Aquí os dejo algunas de las propiedades de los aceites que utilizamos en nuestros jabones.
Todos nuestros jabones están hechos en frío, para que no se pierdan las propiedades de los aceites y plantas.
Aceite de oliva. Hace jabones muy suaves para la piel. Es hipoalergénico. Deja la piel suave e hidratada ayudando a retener la humedad de la piel al mismo tiempo que la nutre y protege. Proporciona protección a todo tipo de pieles, especialmente las secas y sensibles.
Aceite de coco: Proporciona espuma y limpieza a la piel, se usa en pequeña cantidad para evitar resecar las pieles con problemas.
Manteca de Karité: propiedades nutritivas, mejora la elasticidad de la piel. Su contenido en vitamina F ayuda a evitar el enrojecimiento y la descamación en la piel.
Aceite de Neem: Se usa para el tratamiento de la psoriasis ya que alivia el dolor y el picor, reduciendo las escamas e inflamación en las zonas afectadas.
Aceite de aguacate: Tiene una composición similar a la grasa de la piel, es bueno para pieles escamosas, secas, se absorbe muy bien por la piel y es nutritivo y regenerante.
Aceite de caléndula (oleato en aceite de oliva): Regenerante y antiinflamatorio. Calma los picores de las pieles sensibles.
Aceite de hipérico (oleato en aceite de oliva): Es astringente, antiséptico y antiinflamatorio. Útil en caso de eccemas, irritaciones cutáneas y psoriasis.
Aceite de ricino. Proporciona a los jabones una espuma espesa y duradera. Calma la piel y es muy hidratante.
Aceite de germen de trigo: Ayuda a proteger, reestructurar y mejorar la hidratación en pieles dañadas o irritadas. Alto contenido en vitamina E, antioxidante
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